Por fin llega el fin de semana

Tras una semana increíblemente intensa por fin parece que voy a poder descansar. La verdad es que me encuentro completamente exahusto tanto física como mentalmente. Es lo que sucede tras una semana en las que he dedicado 10 horas adicionales sobre las 40 horas que se me requieren en el laboratorio. Puede que sean bastantes los que tengan que soportar semejante ritmo durante mucho más que una semana, pero eso no implica que deje de ser algo agotador, sobretodo si no te pagan por ello. De todas maneras, aunque cansado termino la semana feliz pues parece que ya he dejado atrás (al menos temporalmente) la etapa de aprendizaje y optimización y he comenzado con la etapa de resultados.

La cuestión es que en esta profesión los resultados muestran la siguiente distribución frente al tiempo: el mayor volumen de resultados no llega hasta el final. Es decir, al comienzo de un un proyecto nos hallamos en una fase de aprendizaje u optimización en la cual debemos familiarizarnos con las técnicas y el instrumental. Durante esta fase lo único que conseguimos son problemas y quebraderos de cabeza, quizás algún que otro resultado suelto. Pero una vez finalizada esta fase, cuando hemos adquirido el control y la experiencia necesarios para llevar a buen puerto cada experimento, comenzará la fase de resultados, en la que el volumen de resultados aumenta de forma exponencial.

Tras 5 semanas de desesperante fase de aprendizaje parece que al final he avanzado a la siguiente etapa, pues en una sola semana he obtenido muchos y muy buenos resultados. Así que, aunque ha sido una semana agotadora, la recompensa ha sido grande también. Gracias a ello, tras un buen descanso este fin de semana me encontraré con más motivación que nunca para continuar en esta gran pasión mía que es la ciencia.

PD: demasiado bonito para ser cierto. Poco después de haber escrito esto un problema con el aparato y pierdo varias de las muestras que por supuesto tendré que repetir, además de algo que me temo me dará numerosos quebraderos de cabeza el lunes. Ahora sí que necesito que venga el fin de semana. Y es que parece que es imposible terminar la semana sin nada que falle, siempre tiene que haber algo que se cargue la nube en la que estaba. Al menos, estoy acostumbrado. Paciencia. Mucha paciencia.