Bello invierno

He de admitir que aunque duro, este invierno está siendo el más bello de cuantos he vivido. No son pocas las ocasiones en las que ya he dejado constancia de mi fascinación por el paisaje blanco y la nieve cayendo del cielo (Blanco, Invierno, Quizás solo un sueño), pero nunca me cansaré de alabar la hermosura que este espectacular fenómeno trae consigo. Si ya pensaba haberme acostumbrado a ello, este fin de semana volví a sorprenderme tras una intensa nevada. Nunca me han agradado demasiado los paisajes urbanos, pero sepultada bajo una gruesa capa de nieve la ciudad adquirió ayer un ambiente mágico, como si en un cuento nos encontrásemos. Dadas las circunstancias, no quiero ni imaginar lo sobrecogedor que podrá ahora mismo ser el paisaje rural.

Según la estación meteorológica la acumulación de nieve ha alcanzado ya la nada desdeñable cantidad de 35cm. Ayer, a pesar del trabajo continuado de las máquinas quitanieves, las calles estaban cubiertas de una capa blanca de al menos 5 cm. Algunas habían quedado completamente sepultadas y para atravesarlas había que seguir un estrecho caminito creado por las pisadas de anteriores paseantes, pisadas que se hundían hasta media altura de la pantorrilla. Los monticulos de nieve que bordean las calles por la acción de las quitanieves ya me llegan hasta la altura de la rodilla y en algunos casos, en aparcamientos por ejemplo, los monticulos de la nieve retirada superan ampliamente mi estatura. Por supuesto, tanta nieve trae sus inconvenientes tanto para peatones como conductores. Aún así, y a pesar de creer haberme costumbrado ya a ello, el día de ayer me encontraba como un niño pequeño, riendo, saltando por la nieve hasta acabar con mis piernas sepultadas y los pies calados y en general disfrutando de un espectáculo único e inigualable. No sé que tendrá la nieve que saca de nosotros ese niño que nunca perderemos. Además, las temperaturas por fin han ascendido hasta los 0 grados, así que más no puedo pedir (probablemente os parecerá frío, pero tras haber soportado -25 grados esto es una maravilla). Y como no, os dejo alguna foto para que veais que no me lo invento sólo para dar envidia.

El entierro de las bicicletas

Fijaos en la pobre bicicleta aparcada bajo la farola

Encima del alero podéis ver bien la nieve que tenemos acumulada

Mi pie jugando a ser un avestruz

¿¡Pero que dices, qué va a cubrir esta nieve!? CHOF

Señal de paso de peatones a punto de ser engullida.
Aunque tampoco importa mucho, pues hace tiempo
que los pasos de cebra han dejado de ser visibles.

Abriéndome paso por la residencia. ¿Donde está la
quitanieves cuando más se la necesita?