truenos y centellas
la tormenta se acerca implacablemente
y yo al descubierto me encuentro
El cielo se oscurece
desaparece la Luna en las tinieblas
y yo espero, sin nada poder hacer
rogando a los vientos
que alejen esta tormenta de mí
La lluvia arrecia
siempre preludio de la tempestad
a la intemperie, sin refugio
la humedad me envuelve
arrastra consigo la felicidad
dejando un sordo dolor
el miedo a lo desconocido
Aun existe esperanza
quizás no sea yo su destino final
y esquivando su destructivo poder
mi Luna vuelva a ver
de nuevo disfrutando de lo que tanto amé
Mas aunque desconocido
su rumbo hasta mí parece llevarla
amenazando con sepultarme
bajo su implacable furia
para siempre arrebatarme mi Luna
y en la angustia enterrarme
Nada puedo hacer
nada en mis manos queda
tan solo esperar y rezar
por un final feliz
pero no quiero engañarme
solo un milagro podrá evitar
que sus crueles vientos mi corazón arranquen
y a cenizas sea reducido
por rayos implacables
Nada puedo ahora hacer
tan solo esperar
en este páramo desnudo
bajo la lluvia y el frío
sobrevivir con la esperanza
de un nuevo amanecer
Inocente de mí
creí poder evitarte
tormenta devastadora
ávida de mi sangre
de aquello que tanto amo
ojalá sea esto una pesadilla
de la que pronto despertaré
ojalá no haya sido todo un sueño
que nunca volveré a disfrutar
La tormenta se acerca
y yo tan solo puedo
esperar...
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