Renacer

Bueno, aquí estoy de nuevo. Más de un año después de aquel descanso tan necesario que me tomé, el cosquilleo de mis dedos y la acumulación de emociones que amenazan con desbordarse me llaman a abrazar otra vez más a esa gran amante que dejé abandonada por un tiempo: la palabra escrita.

Ha sido este un año tormentoso, una dura transición que ni mucho menos ha finalizado pues todavía lejos me encuentro de esa paz interior que con tanto anhelo busco. Perder uno de los pilares de mi vida ha sido una experiencia muy difícil que me ha llevado a tocar fondo en numerosas ocasiones, perdiendo la ilusión, sintiéndome vacío y sin nada por lo que luchar. No exagero si digo que ésta está siendo la peor época de mi vida. No obstante, poco a poco aprendo a sobreponerme. Aún cuando la situación no mejore me veo más capaz de hacerle frente, pues si algo estoy comprendiendo es que cuanto más sufrimos más rápido aprendemos. Y quizás es cierto que sólo aquel que ha conocido los terrores de la oscuridad es capaz de admirar la verdadera belleza de la luz. Me queda mucho camino por recorrer y espero que la escritura vuelva a convertirse en esa fiel compañera que siempre me ha ayudado a seguir adelante.

Siendo sincero, fueron dos las razones por las que puse un final a este blog. La primera era la situación en la que me encontraba. Desde el principio quise que este fuera un blog personal pero alegre y optimista, ser capaz de mostrar las buenas cosas de la vida aun en los peores momentos. Es por ello que deje de escribir aquí, ya que encontré que había perdido esa capacidad para pensar en positivo. Cuando descubrí que había perdido la mirada del ave fénix me di cuenta de que no tenía sentido seguir aquí. Sólo ahora, cuando poco a poco las lágrimas van dejando paso a una mirada más optimista del mundo me siento capaz de volver a hacer de este lugar lo que un día fue. Pues la inspiración no se fue con mi musa; siempre ha estado dentro de mí, esperando a que abriera los ojos y volviera a abrazarla.

La segunda razón fue la perversión que suele adueñarse de los bloggers descuidados. Empecé el blog como una manera de sacar de mi interior todo cuanto me abrumaba, de compartir mis pensamientos con el mundo, independientemente de si eran o no leídos por alguien. Con el tiempo caí en la trampa de la obsesión por la atención: obtener más visitas y comentarios, obligándome a actualizar aunque no tuviera ganas, comentando en otros blogs sólo para obtener más comentarios en el mío... Con el tiempo todo ello me hizo perder el interés. Es por ello que quiero empezar ahora desde cero, volver a la idea original de un blog: compartir sin pedir nada a cambio. Escribiré cuando así lo desee, leeré los blogs que de verdad me interesen y comentaré cuando así lo crea oportuno. Y que si nadie me lee, si nadie comenta, me sea indiferente; que el verdadero motivo por el que escribo sea liberarme. Sólo entonces este rincón volverá a tener sentido.

Tras sufrir los fuegos de la angustia, tristeza y soledad noto como las cenizas que han quedado comienzan a unirse preparándose para lo inevitable. Poco a poco, paso a paso, tras andar tanto tiempo por la oscuridad comienza mi aventura en busca de la luz con la que un día poder, por fin, renacer.